¡ANÚNCIATE CON NOSOTROS!
ARTE, CULTURA Y SOCIEDAD
Zapopan, Jalisco, México.
Hay mucho para ver aquí. Así que, tómate tu tiempo, mira alrededor y entérate de todo lo que hay para saber sobre nosotros. Esperamos que disfrutes nuestro sitio web y tomes un momento para dejarnos unas líneas.
Echa un vistazo a este increíble video
Por SILVIA CASTILLO ROMERO
QUIÉNES SOMOS HOY
Guadalajara, Jalisco; 28 de abril de 2021
ENTREVISTA A LA ACTRIZ ANGÉLICA RAMÍREZ
Por Silvia Castillo Romero
Conversamos en entrevista telefónica con la actriz Angélica Ramírez acerca del inicio de su carrera, su trayectoria, preparación escénica, y de algunos de sus próximos proyectos.
Angélica inició su carrera en el 2013 en calle 42, realizó un diplomado en Glow, Artes Escénicas bajo la dirección de Manuel Medina, y ha tomado cursos de actuación con Lucía Cortés, Susana Romo; con Mauricio Cedeño, de actuación, dirección y producción escénica, de vestuario con Andrés David, canto con Trini Montes, actuación a cámara con Gabriela Cartol (actriz nominada a mejor actriz de la película La camarista) y de actuación para televisión y comerciales, con Carmen de León.
Ha trabajado bajo la dirección de Felipe García, Julio César Ávila Baray, Rafael Cázares, Héctor Carmona, Ana Luz Navarro, David Arellano, Iván Sandoval, Jorge Ibarra, Daniel Vega y Moisés Orozco. Ha participado en cortometrajes estudiantiles y profesionales, spots, comerciales, y en películas como “El rey de todo el mundo” de Carlos Saura y “Páramo” bajo la dirección de Andrés Díaz.
Participó en el coro monumental del Instituto Cultural Cabañas bajo la dirección de Joaquín Berni y en el concierto de Carmina Burana bajo la dirección de Juan Tucán Franco. Actualmente toma clases de ritmo y solfeo con Carlos Mario Kattah y clases de ópera con Patricia Lomelí.
SC: Angélica, ¿Cómo descubres tu vocación?
AR: Fue curioso, mi hijo tenía como 11 o 12 años y nos comentó a mi esposo y a mí, que quería estudiar teatro; mi esposo sí sabía lo que era el teatro, yo no. Si veía la televisión, pero no fui de esas niñas que decían: “Yo quiero estar en la tele, yo quiero ser como ella”. Yo no tuve acercamiento al teatro, jamás. Nos llevaban muy pocas veces al cine, pero yo no tenía el interés, no sabía que existía este mundo y gracias a mi hijo, a la escuela CALLE 42, en un curso de verano, cuando vimos el resultado, yo lo vi bailar arriba del escenario, volteé con mi esposo y le dije: “Yo quiero hacer lo que él hace allá arriba”; mi esposo me pagó el curso. De ahí, yo dije: “De aquí soy”.
De eso hace ocho años, en septiembre de 2013. Sí tenía muchas inseguridades, yo siempre fui una niña y una mujer muy insegura. Me seguí preparando con Lucía Cortés, ella fue quien me empujó, me ayudó a sanarme mucho y a partir de ahí no lo dejé. Curiosamente, mi hijo no se dedicó a nada de esto.
SC ¿Cómo fue la primera vez que estuviste frente al público? ¿Cómo lo viviste?
AR: Primero tuvimos un entrenamiento y presenté una canción ante los compañeros, que, para mí, ya era público, pero la primera obra fue en el Teatro del Ángel, “Cómo pasar matemáticas sin problemas”, esa fue la primera vez que estuve arriba de un escenario. No sé si era miedo, terror a equivocarme, pero cuando me bajé recuerdo que un maestro me dijo: “Qué sorpresa”.
Tomé otros cursos con la maestra Lucía Cortés, empecé a pagármelos con trabajos en la escuela y no he dejado de prepararme.
Últimamente se me han abierto más las puertas a comerciales, cortometrajes… me veo próximamente en un largometraje. Creo que se me han abierto las puertas porque ya no me siento fea ante una cámara.
SC: ¿Qué distingue al teatro de las cámaras?
AR: Para mí el teatro es adrenalina pura, y dejar todo ahí: tu respiración, tu energía, tu corazón. Y en el cine debe existir un cuidado para mostrar lo esencial a través de tus ojos.
SC: ¿Cómo debe ser la preparación del actor?
AR: Encontrar buenos maestros es fundamental, maestros que te ayuden a mantenerte con los pies en la tierra. Que te enseñen que esta carrera es muy corta, y que a veces te deja, y a veces no. Como persona debes saber que eres tan humano y tan imperfecto, como cualquiera. Yo he visto compañeros que de repente, ¡uf!, vuelan y los perdimos. Es una carrera de resistencia y de competencia sana, eso es lo que es esta carrera.
SC: De todos tus personajes, ¿tienes algún preferido, o que te haya conmovido más?
AR: Si. "Angustias" de “El Agave Rojo”. A ninguno lo hago menos, para mí todos tienen mucha importancia, no menosprecio ningún trabajo, pero "Angustias" me enseñó a quitar muchas barreras de mi persona, fue un personaje muy retador, porque al principio, soy yo totalmente, muy ligerita, muy chistosita, pero hay una parte en la que se rompe totalmente y luego tiene que cantar… y la cantada y yo no somos muy amigas que digamos, pero Angustias me hizo creer más en mí como artista.
SC: ¿Crees que el atreverte a hacer las cosas ha sido determinante para esas primeras experiencias?
AR: Si, pero lo logré con ayuda de mis maestros y claro, de mi familia. Porque yo siempre me sentía menos que todo mundo, me sentía insuficiente. Tenía la determinación, pero siempre tenía el miedo de: “es que yo no canto bonito”, “es que yo no soy bonita”, siempre había un: “es que”, mis maestros quizá veían ese miedo y me empujaban, me decían: “Sí puedes”. Sobre todo, mi director en “El agave…” hubo algunas ocasiones en que había comparación con mi otra compañera, ella canta hermoso, es cantante. Y al decir, ella canta mejor que tú, ese fue su modo de empujarme, para decir: “si canta mejor que yo, pero mi interpretación va a suplir que yo cante bonito”. Él me empujó de esa manera. A partir de ahí, me dije: “No me importa cuánto me pueda equivocar, siempre hay alguien mejor, pero lo que haga, lo voy a hacer honestamente”. Y pues, aquí ando.
SC: No existe la competencia cuando descubres que somos diferentes:
AR: Además cada uno tiene su fuerte. El mío es la actuación. Con el baile igual, no somos amigos, pero cuando me determino, digo: “No canto tan padre, no bailo precioso, pero mi fuerte es la actuación. Lo que voy a hacer es interpretar”. La mayoría de las personas me dice que les gusta cómo los transporto. Y pues, me sigo preparando en ese sentido. Creo que ahí la llevo.
SC: ¿Cómo construyes tus personajes?
AR: A mí me han dicho que no se debe juzgar al personaje, y en lo personal, yo sí lo juzgo, porque si no lo juzgo, no logro empatizar con él. Entonces, es empatizar con el personaje. Usar las emociones que viviste, tratar de entenderlo para decir: “Si yo estuviera en esa posición, qué sentiría yo”. Es presarte a lo que te pida lo escrito. Abrazarlo.
SC: ¿Qué tan importante es el trabajo de mesa para ti:
AR: Para mí, es muy importante. Y también el trazo, el director tiene una visión y nosotros como actores nos tenemos que acoplar a lo que él dice, de común acuerdo. El trabajo de mesa permite que nos pongamos de acuerdo.
SC: ¿Cómo describirías la exploración de tus personajes?
AR: Es que no soy jovencita pero tampoco tengo 60, 70 años… a mí me ha ayudado, que, a pesar de mi edad, he tenido vivencias muy fuertes. Hay cosas de la infancia que las traigo inmediatamente, me digo: “Ya me acordé cuando pasó esto” y mi cuerpo, con la memoria, sabe cómo activarlo. Creo que para los chicos que no tienen tantas vivencias, que han tenido a lo mejor, una vida muy bonita… digo, yo no la tuve mal, pero, tampoco fue tan preciosa… las experiencias ayudan mucho para poder saber encontrar las emociones adecuadas, sin forzarte.
SC: Y además la reflexión que haces sobre tu experiencia…
AR: Y soy muy observadora. Ahorita en un taller que estoy tomando me piden ser una mujer evangélica, yo sé cómo es una persona evangélica porque tengo a mi alrededor. Uno como actor, debe ser muy observador para poder imitar y saber cómo fruncen el ceño cuando hablan de Dios, cómo se levantan y se les iluminan los ojos.
SC: ¿Crees que cada actor debe integrar su propia técnica?
AR: Sí, yo soy una eterna alumna. Yo tomo, como mínimo, de tres a cuatro talleres por año. Nunca he dejado de estudiar, desde que empecé en esto, encontré lo que me hace sentir útil, lo que me hace sentir que no soy tonta, inútil, inservible, como lo llegué a pensar. El teatro me enseñó a ver el valor que tengo como persona.
SC. ¿Has pensado alguna vez en dirigir?
AR: No, lo hice una vez, no salió mal la obra porque aprendo mucho de mis directores, pero creo que dirigir es una gran responsabilidad. A pesar de que yo conozco el trabajo de mis directores, todavía no me atrevo a tanto. Mejor que me sigan dirigiendo (risas).
Lo que me ha tocado es dar clases y soy la maestra que me hubiera gustado tener, por supuesto. No tan dura, y saber que cada uno tiene una forma de aprender.
SC: Estás por presentar nuevamente el monólogo “Mi evangelio es mi nombre”, ¿Cuál es la diferencia en una obra con varios personajes?
AR: El monólogo es para mí, un poco más complejo y retador, porque te tienes que manejar más por la imaginación todo el tiempo. Ver sin que esté nada presente. Tienes que tener bien claras las emociones. Tiene que ser muy honesto. Trabajar con compañeros te apoya, el monólogo eres tú, tu alma y tu honestidad.
SC: ¿Cuáles son tus próximos planes?
AR: Nunca tengo planes, veo un casting y pum, hago el casting. No tengo nada planeado, dejo que vaya fluyendo. Mis planes quizá sería producir una obra, ya tengo a quien pedirle los derechos, a quién pagárselos, es de Elena Garro, la obra se llama “El Árbol”, ya tengo a las actrices que me gustaría que me acompañaran y en dirección, quisiera a tantos que me dirigieran…
Compartir esta publicación:
Únete a mi lista de correo electrónico para recibir actualizaciones e información.
Suscríbete para recibir noticias sobre promociones, ofertas y eventos.
QUIÉNES SOMOS HOY es un proyecto cultural independiente sin ningún tipo de financiamiento.
Tu apoyo y tus contribuciones nos permitirán alcanzar nuestras metas y mejorar las condiciones. Tu generosa donación financiará nuestra misión. Muchas gracias.
Copyright © 2011 Quiénes Somos Hoy - Todos los derechos reservados.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.